El cuerpo – camino hacia la interioridad

A través del cuerpo somos capaces de percibir cómo nos sentimos, cómo estamos, cómo resonamos. El registro de nuestro cuerpo es la puerta de entrada hacia nuestro interior, y a partir de allí al mundo interno.

Como una casa con muchas habitaciones donde a medida que nos adentramos vamos descubriendo nuevos espacios y lugares. Algunos más ordenados, otros luminosos y otros oscuros. En el diálogo interno, se entrelaza la mente y el corazón buscando su propio ritmo. Esa resonancia es la que se pone en juego en el vínculo con otro. Al entrar en esa sintonía se genera una retroalimentación mutua que nos modifica, ya no somos los mismos. Y una vez más el cuerpo lo manifiesta.

Nuestra interioridad es expresada en un gesto, una mirada, y una actitud. Entrar en nuestro interior a través de los sentidos internos y externos es un paso para ir descubriendo nuestros pensamientos, emociones y sentimientos.

Y como dice Rumi “demos le la bienvenida a cada emoción que nos visite,porque ella ha dido enviada como guía del más allá”.

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