¿Perdimos la capacidad de estar solos?

Varios recuerdos vienen a mi mente, como una película en cámara lenta. Recuerdos de tiempos donde salir a caminar era simplemente ese andar pausado, mirando diferentes paisajes urbanos, descubriendo nuevas formas arquitectónicas que daban vida a ese andar. No había un lugar al cual llegar, simplemente era andar. ⁣

La mezcla de silencio interior y sonidos externos se entrelazaban en un tiempo sin tiempo. Había otros y no había nadie. Sólo el encuentro con uno mismo. En ese tiempo no había ninguna conexión virtual, ni redes invisibles que generaban la sensación de estar siempre con alguien más. Las luces y las sombras nos acompañaban al ritmo propio. Cada descubrimiento llevaba un tiempo de proceso.⁣
En fin, era otro tiempo. Ni mejor, ni peor. ⁣

Sin embargo, sí hay algo que quiero rescatar, ese aprender desde pequeños a estar solo con uno mismo es un momento de gran enseñanza. Y en los tiempos que corren pareciera que dejó de ser algo natural, y necesitamos pensarlo, buscarlo, hacer el espacio para volver a nosotros. ¡Qué paradójica es la vida! ⁣

Hoy necesitamos que nos muestren y expliquen “cómo” hacerlo, dónde y de qué manera. Cuando observo a las generaciones que están creciendo me pregunto si alguna vez experimentaron desconectarse de las redes, de la tecnología de estar pendientes de los Otros. Animarse a caminar sin rumbo fijo, a dejar que las emociones y los pensamientos aparezcan como bandadas de golondrinas en la llegada de la primavera. No dudo que hay una búsqueda, quizá por que está en la esencia humana. No creo que todo tiempo pasado sea mejor. Cada tiempo trae algo nuevo y los avances se van construyendo con diferentes elementos de cada momento.⁣

Rescatar esos espacios de soledad y silencio con uno mismo son fundamentales para desarrollar la creatividad, para aportar aquello propio de cada uno.⁣
Animarse recuperar esta capacidad es un gran desafío, es quizá ir contracorriente. La decisión es personal. ⁣

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