Cuando la tristeza nos toma

No hay mucho que decir, las palabras se van diluyendo en un profundo sentir. La tristeza es como el viento, nos va envolviendo de a poco, nos despeina, no sabemos muy bien por donde viene, pero ahí está. Nos deja casi atónitos ante los acontecimientos y sin mucho que expresar. El cuerpo nuestro gran detector de emociones, nos muestra una mirada apagada, sin brillo, sin luces que irradiar. Todo el cuerpo se inclina como tratando de entrar en ese profundo silencio que nos invita acallar, a esperar transitar ante lo inevitable y que ya nada detendrá el comprender sin palabras que hay que volver a empezar. Sin prisa, sin pausa a su tiempo pasará.

La tristeza es un estado anímico, que aparece ante un acontecimiento de profundo dolor, pérdidas, desilusiones, fracasos. Está considerada una emoción básica que invita a la persona adentrarse en su interior, para poder elaborar la situación que esta atravesando. Animarse a sentir y transitar la tristeza nos ayuda a empatizar con otros y genera una red de consuelo y contención.
La tristeza se manifiesta de manera diferente en cada persona, aprender a registrar los distintos niveles de expresión es un paso importante para comprender como nos sentimos.
A nivel físico-corporeo: llanto, lentitud en los movimientos, falta de fuerzas y energía vital, rostro abatido, insomnio, falta de apetito.
A nivel mental: se observa una atención sobredimensionada de la situación que se está atravesando. Pérdida de la capacidad de atención en otros temas y situaciones. Las distorsiones cognitivas son muy frecuentes.
A nivel emocional: falta de motivación, necesidad de silencio y soledad
La pregunta que surge es ¿qué hacer ante este estado interior?
Aprender a gestionar las emociones es un desafío en estos tiempos. El primer paso es reconocerlo, darnos permiso para poder observar que nos esta sucediendo en todos los planos, físico, mental, emocional y espiritual.

A partir de esta observación comenzar a buscar en nuestro interior que recurso puedo ayudarnos:

  • compartirlo con algún amigo
  • escribir lo que sentimos
  • hacer alguna actividad física.

Cada uno tendrá que descubrir que herramienta puede ayudar a transitar este momento, recordando que es pasajero y requiere de tiempo para la elaboración de la situación que se está atravesando. Lo importante es no negarla y como dice el poeta Rumi en el poema sobre las emociones “dale la bienvenida y recíbelas a todas”
Siempre es una oportunidad de aprendizaje para comprendernos y comprender a los Otros.

Volver arriba