La vida trasciende en la vida, los misterios se reúnen en una asamblea invisible y nos muestran como van entretejiendo sus misterios en el nacimiento de un nuevo ser. Y en se entrelazamiento se van conjugando nuevos vínculos. Aparecen padres, abuelos, tíos, primos y el círculo familiar se va agrandando. Dando lugar a nuevas emociones que aparecen todas juntas, sin mucho espacio para comprender que está sucediendo.
La vida, cambia, las posiciones familiares, cambian, los roles cambian y en ese movimiento la dinámica se va transfigurando, dando lugar a una nueva oportunidad de sentido. Y en esa niña tan pequeña que, sorprendida ante la vida, comienza a descubrir despacito su nuevo hogar, mirando atenta, buscando algo conocido.
Encontrando en la mirada de su papá y su mamá ese lugar seguro, ese amor incondicional que será para siempre, ese espacio de contención que la acompañará a crecer.
Despacio, paso a paso, hoy comienza un nuevo camino. Y nuevamente el trascender se hace palpable en el misterio de los vínculos, a través de los hijos la huella se va marcando y el agradecimiento a este momento único. “Gracias a la Vida que me ha dado tanto” …