Estuve conversando sobre este tema en el programa radial «La Búsqueda» de Florencia Gallo en Radio Milenium. Les dejo el audio de la entrevista y debajo un resumen de los puntos más importantes.
Por un lado, puede haber cierto temor a concluir las cosas. Quedamos atrapados en el «deber ser» en lugar de conectarnos con lo que queremos. Entran en juego el contexto y el perfeccionismo.
En la búsqueda del perfeccionismo postergamos, en lugar de permitirnos que «vaya siendo» a medidas que «vamos haciendo», dejar que nos sorprenda esto que vamos haciendo.
Entonces cabe preguntarnos si postergamos lo que proyectamos o postergamos algo de nosotros mismos. A veces quedamos atrapados en la mirada del otro, su aceptación, el temor a la exposición nos lleva a no actuar.
Perdemos la oportunidad de hacer cosas que pueden ser muy buenas para uno mismo y para el resto.
También puede suceder que cuando proyectamos algo y lo vemos tan grande, lo sobredimensionamos y nos asusta. Si nos organizamos y definimos tareas diarias de a una por vez podemos terminar dándonos cuenta de que no era tan grande como pensábamos.
Debemos confiar en lo que queremos hacer, lo que queremos expresar a través de la actividad que planeamos. Confiar en lo que cada persona tiene para mostrar, que es único. Esa es la riqueza que nos permite aprender de otros.
Es necesario conocerse y mirar en el interior para reconocer los dones, debilidades, qué nos cuesta y dónde es bueno pedir ayuda, que también es parte de reconocerse. Indagar dónde hay que fortalecer, dónde hace falta trabajar más. Descubrir qué hay detrás de eso y por qué lo postergo. Aprender a observarnos, registrar lo que sentimos, cuáles son los temores, qué pasa si avanzo, si me va bien.
¿Cómo dejar de procrastinar?
- Muchas veces, aunque sabemos lo que nos hace bien nos cuesta asumirlo, reconocerlo y damos vueltas. En este momento es necesario parar, cambiar de escenario. Preguntarnos por qué damos esas vueltas.
- Responder a esta pregunta: ¿No tengo tiempo o no le doy lugar? Ordenar los espacios, por ejemplo fijar una cantidad de tiempo para algo concreto, aunque sean solo 15 minutos. Así por un lado ayudamos a la voluntad y por otro nos da un sentido de logro evitando la frustración y ayudando a la motivación.
- Empezar por hacer cosas posibles, dividir el todo en partes y todos los días dar un paso.
- Darnos espacio para hacer diferentes cosas y no quedarnos en el desarrollo profesional solamente, que aunque es muy importante no es lo único. Conectar con otras cosas: los amigos, la familia, hobbies, deportes.
- No dejar todo para el final sino tomar por día un objetivo posible. Leer un capítulo, hacer una tarea. Siempre encontraremos alguna actividad que no nos gusta pero que debemos hacer porque tiene un sentido que va más allá, me fortalece, me permite pasa a otra instancia. En ese caso es importante encontrar el sentido de eso que estoy postergando porque me ayudará a abordarlo.
- Finalmente, hacer lo que es posible hoy, mañana, y día a día hasta que finalmente conseguimos nuestro objetivo, animándonos a hacer sin buscar tanta perfección.
